Tras una lesión cerebral, los cambios emocionales son comunes. Acerca de 31% de lossobrevivientes de accidente cerebrovascular sobrevivientes dey alrededor del 50% de las personas que se recuperan de un LCT de moderado a grave experimentan episodios de depresión. Las tasas son aún mayores en las personas con afasia posterior a un accidenteaccidente cerebrovascular en torno al 68%. Estos cambios emocionales pueden ser consecuencia del daño cerebral físico causado por la lesión o estar relacionados con el impacto que estas lesiones suelen tener en la vida del superviviente y sus seres queridos.
Es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y que las experiencias emocionales tras una lesión cerebral pueden variar en gravedad. La intención de este artículo es normalizar los efectos secundarios emocionales de las lesiones cerebrales y concienciar sobre este aspecto del proceso de recuperación. Con suerte, cuando se presenten las oleadas emocionales, usted o su ser querido se sentirán mejor preparados para afrontarlas.
El daño físico al cerebro puede deberse a una lesión traumática, como un golpe contundente en la cabeza, o a una lesión adquirida, como un accidente cerebrovascular. Estos tipos de lesiones causan daños físicos en el tejido cerebral, lo que afecta a una amplia gama de funciones, en concreto el habla, el lenguaje y las capacidades cognitivas, pero también pueden surgir problemas emocionales.
Localización del daño físico
Impacto en las funciones diarias
sobrevivientes de también pueden experimentar un "duelo incompleto"
sobrevivientes de pueden sentir a menudo, sobre todo al principio de la recuperación, que ya no son ellos mismos. El contraste de la vida anterior y posterior a la lesión puede provocar sentimientos de pérdida. Al aceptar una nueva realidad tras la lesión, puede ser necesario un proceso de duelo. Un aspecto difícil de la recuperación es la sensación de lo que se denomina "duelo incompleto", en el que algunos aspectos de la vida del superviviente son muy parecidos y otros son completamente diferentes. El cambio y la ambigüedad son difíciles de procesar, pero este ajuste de cuentas emocional es una parte común, incluso fundamental, de cualquier viaje de rehabilitación.
El último paso en cualquier proceso de duelo es la aceptación. Aceptar significa dejar de resistirse a la realidad de la situación y dejar de intentar que sea diferente. Tristeza, incertidumbre, miedo... todas estas emociones pueden seguir presentes, pero en un estado de aceptación, los sentimientos de pérdida son más manejables. Puede que la aceptación no sea inmediata, pero es un gran objetivo emocional.
Aunque se producen muchos cambios tras una lesión cerebral. Algo fundamental que hay que recordar es que, antes y después de la lesión, tú sigues siendo tú. Tu proceso de recuperación es una trayectoria que te ofrecerá nuevos retos y triunfos. Y aunque habrá momentos en los que las emociones se desborden, recuerda que hay agencia en este proceso¡! Como superviviente, puedes elegir cuáles son tus nuevos objetivos, el tipo de vida que quieres llevar, qué tipo de cuidados quieres recibir y quiénes forman parte de tu sistema de apoyo. Sigues siendo el timón de tu vida.
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