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Los 5 mejores ejercicios y actividades para la afasia

Zach Smith, MS, CCC-SLP | Afasia

La afasia afecta a la comunicación de varias maneras. Puede afectar a la capacidad de leer, hablar, escuchar y comprender, haciendo que la comunicación resulte abrumadora y frustrante. Para algunas personas, la afasia puede hacer que la comunicación cotidiana parezca como resolver un puzzle sin todas las piezas. Sin embargo, con el apoyo y el tratamiento adecuados, es posible progresar y recuperarse.

El cerebro tiene una capacidad increíble para adaptarse y reaprender (1), sobre todo con la terapia y la práctica adecuadas: ahí es donde entran en juego los ejercicios y actividades para la afasia.

Participar en ejercicios y actividades cotidianas desarrollados clínicamente y diseñados para estimular las habilidades lingüísticas puede ayudar significativamente a su recuperación. En este artículo se examinan cinco de los principales ejercicios y actividades para la afasia que puede realizar en casa o en terapia, junto con consejos prácticos para sacar el máximo partido de cada actividad.

Principales conclusiones

  • Los ejercicios de afasia pueden reforzar distintos aspectos del lenguaje, como hablar, escuchar, leer y escribir.
  • Muchas de estas actividades pueden realizarse en casa solo o con la ayuda de la familia o de un cuidador y también pueden realizarse en sesiones de logopedia con su logopeda (SLP).
  • La lectura en voz alta, la comprensión de cuentos y los juegos de búsqueda de palabras son especialmente eficaces para las personas con afasia de leve a moderada.
  • Las rutinas terapéuticas de mayor éxito incluyen coherencia, variedad y personalización.

5 mejores ejercicios/actividades para la afasia

Los ejercicios y actividades para la afasia son uno de los aspectos principales de la terapia logopédica. Estos son algunos de los 5 mejores ejercicios y actividades para la afasia que su logopeda puede recomendarle.

1. Emparejar imágenes con palabras

Se trata de una sencilla terapia de estimulación cerebral en la que se empareja una imagen con su palabra correspondiente. Este ejercicio se centra en las funciones básicas del lenguaje, como la recuperación, el reconocimiento, la denominación, la comprensión y la asociación de palabras.

Cómo ayuda:

Esta actividad estimula zonas del cerebro relacionadas con el procesamiento del lenguaje, sobre todo el lóbulo temporal, incluida el área de Wernicke, que interviene en la denominación, la comprensión y la búsqueda de palabras. Refuerza la conexión entre lo que se ve y cómo se expresa de forma oral o escrita. Además, mejora la capacidad expresiva, refuerza las vías neuronales (2) y favorece una comunicación fluida.

Cómo hacerlo:

  • Utiliza fichas físicas o digitales, imágenes impresas o aplicaciones de terapia del lenguaje como Constant Therapy.
  • Empiece con objetos comunes y actividades cotidianas, y luego aumente gradualmente la dificultad introduciendo categorías más difíciles como animales, muebles, acciones, emociones, herramientas u ocupaciones.
  • Intenta decir la palabra en voz alta después de identificarla o emparejarla correctamente. Si estás ayudando a un familiar o amigo, hazle correcciones o indicaciones suaves si es necesario.

Este ejercicio es fácil y le permite participar activamente. Cuando lo practicas con regularidad, puede mejorar significativamente tu recuperación, aumentando tu capacidad para encontrar palabras y tu capacidad de comunicación en general.

2. Encontrar palabras alternas

Uno de los retos a los que se enfrentan las personas con afasia es la dificultad para decir la palabra que tienen en mente o para encontrarla. No porque no la sepan, sino porque no les sale. Aquí es donde aprender a utilizar palabras alternativas resulta increíblemente útil. Esta actividad se centra en reforzar el proceso mental de recordar la palabra adecuada para expresar una idea cuando no sale la palabra exacta.

Cómo ayuda:

Este ejercicio activa múltiples áreas cerebrales relacionadas con la memoria semántica y la producción del lenguaje. Ejercita las regiones del lóbulo frontal izquierdo implicadas en la iniciación del habla. En lugar de quedarse atascado en una sola palabra, esta actividad entrena el cerebro para pensar en torno a la palabra y encontrar otra que funcione igual de bien.

Cómo hacerlo:

  • Empieza con una lista de palabras comunes (por ejemplo, "feliz", "coche", "comer") y enumera 2-3 palabras o frases alternativas para cada una.
  • Utiliza tarjetas con dibujos para recordar palabras y generar sinónimos.
  • Practica describiendo objetos o ideas utilizando distintas palabras o frases. Por ejemplo, si no te viene a la mente "taza", prueba a decir "de lo que bebes" o "vaso".
  • Trabaja con un amigo, un cuidador o un logopeda para hablar de las opciones y aumentar la variedad de vocabulario.

También puedes hacerlo divertido. Conviértelo en un juego: Elige una palabra y, por turnos, nombra otras alternativas o descríbela de distintas maneras. Puedes hacer gestos con las manos mientras la nombras para recordarla más fácilmente. Cada intento ayuda a reforzar la red lingüística del cerebro y aumenta la confianza para encontrar palabras, incluso en los días difíciles.

3. Ordenar los pasos

También conocida como secuenciación, esta actividad se centra en ayudarle a practicar las acciones en el orden correcto. Se centra en las partes del cerebro implicadas en la función ejecutiva y es especialmente útil para reconstruir rutinas y agudizar el pensamiento lógico.

Cómo hacerlo:

  • Busca a un familiar, cuidador o amigo para que lo haga contigo.
  • Elija una tarea cotidiana familiar o sencilla (por ejemplo, "hacer un sándwich", "lavar la ropa" o cepillarse los dientes) y divídala en 3-6 pasos sencillos.
  • Dependiendo de su elección o de la recomendación del SLP, los pasos se le pueden presentar verbalmente, por escrito, en imágenes si la lectura le resulta difícil, o mediante el uso de los tres métodos.
  • Estos pasos estarán mezclados, y se le pedirá que los ponga en el orden correcto
  • Represéntalo con ellos. Ver la acción ayuda a reforzar el significado, sobre todo en el caso de las personas con afasia receptiva. Para practicar más, se les puede pedir que describan la tarea en voz alta después de ordenar los pasos. Esto fomenta tanto la secuenciación (entender lo que viene a continuación) como la expresión verbal (explicárselo a los demás o a sí mismos).

A medida que mejore su capacidad, se le irán presentando tareas más complejas. También puedes utilizar el método "Poner en orden el concepto" de Constant Therapy Health.

4. Comprender las historias que se escuchan

Este ejercicio o actividad consiste en utilizar historias o pasajes breves para mejorar la escucha y la comprensión. Es especialmente beneficioso para las personas con afasia receptiva, que pueden oír el habla con claridad pero tienen dificultades para entenderla. Básicamente, se dirige al área de Wernicke, la parte del cerebro responsable de la comprensión del lenguaje. La exposición repetida a tareas de escucha estructurada aumenta la plasticidad neuronal, que es la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones.

Cómo hacerlo:

  • Escuchar una historia corta o una frase, leída en voz alta o reproducida a partir de un vídeo o audio.
  • Después de la historia, responde a una o varias preguntas básicas como:
    • ¿Quién aparecía en la historia?
    • ¿Qué ha pasado?
    • ¿Cómo terminó?
  • Si es necesario, escucha la historia despacio o por partes. También puedes repetir las frases clave y subrayar las palabras importantes.

Además de responder a las preguntas, puede realizar una tarea basada en lo que ha entendido de la historia. Puede consistir en hacer un dibujo de lo sucedido, secuenciar los acontecimientos o representar una escena. El objetivo de este ejercicio es ayudar a tu cerebro a captar los detalles clave, entender la idea principal y retener la información importante el tiempo suficiente para que tenga sentido.

5. Leer un párrafo en voz alta

Leer un párrafo reúne varias destrezas a la vez: reconocer palabras, comprender frases y dar sentido a las ideas. Por otra parte, la lectura en voz alta favorece tanto el lenguaje expresivo como el receptivo al conectar las formas de las palabras escritas y habladas. Mejora la fluidez, el ritmo y la pronunciación, elementos esenciales de la producción oral.

Cómo hacerlo:

  • Empiece con párrafos cortos y sencillos, de sólo 2-3 líneas. Utiliza contenidos que te resulten familiares y relevantes para la vida cotidiana.
  • Hacer preguntas después de leer
  • Si te sientes cómodo, puedes leer el párrafo en voz alta. Si te resulta abrumador, puedes turnarte para leer una frase cada uno.
  • Utilice apoyo visual si es necesario

Consejo:

Utiliza mensajes de texto o publicaciones en redes sociales como material de lectura en la vida real. La lectura no siempre tiene que provenir de un libro; sólo tiene que ser significativa y accesible. Prueba a utilizar historias escritas o mensajes de familiares y amigos, o la aplicación Constant Therapy . Los nombres y las situaciones familiares suelen facilitar la comprensión y motivar más.

¿Ayuda la lectura en voz alta en caso de afasia?

Sí. La lectura en voz alta está basada en pruebas y proporciona varios beneficios demostrados. Ayuda al cerebro a procesar el lenguaje escrito, traducirlo al habla y controlar la precisión, todo a la vez. Esta activación multicanal favorece la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para reorganizarse y construir nuevas vías.

Consejo: Incluso 10 minutos al día de lectura en voz alta pueden marcar la diferencia.

¿Puedo hacer estos ejercicios para la afasia en casa?

Por supuesto. Las cinco actividades enumeradas pueden adaptarse para su uso en casa. Aunque trabajar con un logopeda puede optimizar los resultados, la constancia y la participación en casa impulsan significativamente la recuperación.

Si es posible, combine la práctica en casa con la terapia profesional o utilice aplicaciones clínicamente probadas como Constant Therapy para guiar tus sesiones.

¿Con qué frecuencia deben realizarse estos ejercicios?

Mantener la constancia es clave para tu recuperación. He aquí una recomendación general (3):

  • Frecuencia: 4-5 días a la semana
  • Duración: 20-30 minutos por sesión

Dicho esto, cada persona es diferente. Lo mejor es seguir las orientaciones de un logopeda, sobre todo si la afasia es grave o va acompañada de trastornos cognitivos.

¿Qué otros tratamientos pueden ayudarme con mi afasia?

Aunque los ejercicios son esenciales, es probable que su logopeda los combine con otras opciones de tratamiento. Estas pueden incluir:

  • Logopedia - Planes individualizados de un logopeda
  • Terapia de grupo - Fomenta la interacción social y la práctica entre iguales
  • Herramientas de CAA - Dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa
  • Terapia de entonación melódica - Utiliza el ritmo para apoyar el habla
  • Teleterapia y aplicaciones móviles: como Constant Therapy, ofrece una práctica digital a medida

La recuperación de la afasia no se produce de golpe, pero cada pequeño avance es importante. Con las herramientas y el apoyo adecuados, la comunicación puede mejorar paso a paso.

Conclusión

La afasia puede ser increíblemente frustrante, pero hay esperanza. Con ejercicios constantes y atractivos, como emparejar imágenes, secuenciar pasos y leer en voz alta, las personas con afasia pueden recuperar la capacidad de comunicación y la confianza en sí mismas. La clave está en la práctica regular, un entorno de apoyo y la voluntad de intentarlo.

Tanto si realizas estas actividades en casa como con un terapeuta, estás dando pasos hacia la recuperación, y eso merece la pena celebrarlo. Además, si prefieres hacer estos ejercicios en casa, puedes encontrarlos gratis en la app Constant therapy.

Escrito por: Dr. Ori Otokpa, MBBS

Revisado médicamente por: Dra. Danielle Kelvas, MD

Referencias

  1. Ivanova, M. V., & Dronkers, N. F. (2022, 4 de abril). Afasia: cómo puede "romperse" nuestro sistema lingüístico. Frontiers for Young Minds, 10, Artículo 626477. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9635485/
  2. Crosson, B., Rodríguez, A. D., Copland, D., Fridriksson, J., Krishnamurthy, L. C., Meinzer, M., Raymer, A. M., Krishnamurthy, V., & Leff, A. P. (2019). Neuroplasticidad y tratamientos de la afasia: nuevos enfoques para un viejo problema. Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry, 90(10), 1147-1155. https://doi.org/10.1136/jnnp-2018-319649
  3. Cordella, C., Munsell, M., Godlove, J., Anantha, V., Advani, M., & Kiran, S. (2022). Dosage frequency effects on treatment outcomes following self-managed digital therapy: Retrospective cohort study. Journal of Medical Internet Research, 24(7), e36135. https://doi.org/10.2196/36135

 

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