La afasia afecta a la comunicación de varias maneras. Puede afectar a la capacidad de leer, hablar, escuchar y comprender, haciendo que la comunicación resulte abrumadora y frustrante. Para algunas personas, la afasia puede hacer que la comunicación cotidiana parezca como resolver un puzzle sin todas las piezas. Sin embargo, con el apoyo y el tratamiento adecuados, es posible progresar y recuperarse.
El cerebro tiene una capacidad increíble para adaptarse y reaprender (1), sobre todo con la terapia y la práctica adecuadas: ahí es donde entran en juego los ejercicios y actividades para la afasia.
Participar en ejercicios y actividades cotidianas desarrollados clínicamente y diseñados para estimular las habilidades lingüísticas puede ayudar significativamente a su recuperación. En este artículo se examinan cinco de los principales ejercicios y actividades para la afasia que puede realizar en casa o en terapia, junto con consejos prácticos para sacar el máximo partido de cada actividad.
Los ejercicios y actividades para la afasia son uno de los aspectos principales de la terapia logopédica. Estos son algunos de los 5 mejores ejercicios y actividades para la afasia que su logopeda puede recomendarle.
Se trata de una sencilla terapia de estimulación cerebral en la que se empareja una imagen con su palabra correspondiente. Este ejercicio se centra en las funciones básicas del lenguaje, como la recuperación, el reconocimiento, la denominación, la comprensión y la asociación de palabras.
Esta actividad estimula zonas del cerebro relacionadas con el procesamiento del lenguaje, sobre todo el lóbulo temporal, incluida el área de Wernicke, que interviene en la denominación, la comprensión y la búsqueda de palabras. Refuerza la conexión entre lo que se ve y cómo se expresa de forma oral o escrita. Además, mejora la capacidad expresiva, refuerza las vías neuronales (2) y favorece una comunicación fluida.
Este ejercicio es fácil y le permite participar activamente. Cuando lo practicas con regularidad, puede mejorar significativamente tu recuperación, aumentando tu capacidad para encontrar palabras y tu capacidad de comunicación en general.
Uno de los retos a los que se enfrentan las personas con afasia es la dificultad para decir la palabra que tienen en mente o para encontrarla. No porque no la sepan, sino porque no les sale. Aquí es donde aprender a utilizar palabras alternativas resulta increíblemente útil. Esta actividad se centra en reforzar el proceso mental de recordar la palabra adecuada para expresar una idea cuando no sale la palabra exacta.
Este ejercicio activa múltiples áreas cerebrales relacionadas con la memoria semántica y la producción del lenguaje. Ejercita las regiones del lóbulo frontal izquierdo implicadas en la iniciación del habla. En lugar de quedarse atascado en una sola palabra, esta actividad entrena el cerebro para pensar en torno a la palabra y encontrar otra que funcione igual de bien.
También puedes hacerlo divertido. Conviértelo en un juego: Elige una palabra y, por turnos, nombra otras alternativas o descríbela de distintas maneras. Puedes hacer gestos con las manos mientras la nombras para recordarla más fácilmente. Cada intento ayuda a reforzar la red lingüística del cerebro y aumenta la confianza para encontrar palabras, incluso en los días difíciles.
También conocida como secuenciación, esta actividad se centra en ayudarle a practicar las acciones en el orden correcto. Se centra en las partes del cerebro implicadas en la función ejecutiva y es especialmente útil para reconstruir rutinas y agudizar el pensamiento lógico.
A medida que mejore su capacidad, se le irán presentando tareas más complejas. También puedes utilizar el método "Poner en orden el concepto" de Constant Therapy Health.
Este ejercicio o actividad consiste en utilizar historias o pasajes breves para mejorar la escucha y la comprensión. Es especialmente beneficioso para las personas con afasia receptiva, que pueden oír el habla con claridad pero tienen dificultades para entenderla. Básicamente, se dirige al área de Wernicke, la parte del cerebro responsable de la comprensión del lenguaje. La exposición repetida a tareas de escucha estructurada aumenta la plasticidad neuronal, que es la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones.
Además de responder a las preguntas, puede realizar una tarea basada en lo que ha entendido de la historia. Puede consistir en hacer un dibujo de lo sucedido, secuenciar los acontecimientos o representar una escena. El objetivo de este ejercicio es ayudar a tu cerebro a captar los detalles clave, entender la idea principal y retener la información importante el tiempo suficiente para que tenga sentido.
Leer un párrafo reúne varias destrezas a la vez: reconocer palabras, comprender frases y dar sentido a las ideas. Por otra parte, la lectura en voz alta favorece tanto el lenguaje expresivo como el receptivo al conectar las formas de las palabras escritas y habladas. Mejora la fluidez, el ritmo y la pronunciación, elementos esenciales de la producción oral.
Consejo:
Utiliza mensajes de texto o publicaciones en redes sociales como material de lectura en la vida real. La lectura no siempre tiene que provenir de un libro; sólo tiene que ser significativa y accesible. Prueba a utilizar historias escritas o mensajes de familiares y amigos, o la aplicación Constant Therapy . Los nombres y las situaciones familiares suelen facilitar la comprensión y motivar más.
Sí. La lectura en voz alta está basada en pruebas y proporciona varios beneficios demostrados. Ayuda al cerebro a procesar el lenguaje escrito, traducirlo al habla y controlar la precisión, todo a la vez. Esta activación multicanal favorece la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para reorganizarse y construir nuevas vías.
Consejo: Incluso 10 minutos al día de lectura en voz alta pueden marcar la diferencia.
Por supuesto. Las cinco actividades enumeradas pueden adaptarse para su uso en casa. Aunque trabajar con un logopeda puede optimizar los resultados, la constancia y la participación en casa impulsan significativamente la recuperación.
Si es posible, combine la práctica en casa con la terapia profesional o utilice aplicaciones clínicamente probadas como Constant Therapy para guiar tus sesiones.
Mantener la constancia es clave para tu recuperación. He aquí una recomendación general (3):
Dicho esto, cada persona es diferente. Lo mejor es seguir las orientaciones de un logopeda, sobre todo si la afasia es grave o va acompañada de trastornos cognitivos.
Aunque los ejercicios son esenciales, es probable que su logopeda los combine con otras opciones de tratamiento. Estas pueden incluir:
La recuperación de la afasia no se produce de golpe, pero cada pequeño avance es importante. Con las herramientas y el apoyo adecuados, la comunicación puede mejorar paso a paso.
La afasia puede ser increíblemente frustrante, pero hay esperanza. Con ejercicios constantes y atractivos, como emparejar imágenes, secuenciar pasos y leer en voz alta, las personas con afasia pueden recuperar la capacidad de comunicación y la confianza en sí mismas. La clave está en la práctica regular, un entorno de apoyo y la voluntad de intentarlo.
Tanto si realizas estas actividades en casa como con un terapeuta, estás dando pasos hacia la recuperación, y eso merece la pena celebrarlo. Además, si prefieres hacer estos ejercicios en casa, puedes encontrarlos gratis en la app Constant therapy.
Escrito por: Dr. Ori Otokpa, MBBS
Revisado médicamente por: Dra. Danielle Kelvas, MD
Referencias
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