Neurodiversidad: Variaciones naturales del cerebro que deben aceptarse y celebrarse

Nisha Kassam es becaria en Constant Therapy Health y estudia Patología del Habla en la Universidad de Boston, especializándose en estudios sobre sordera y español. Su experiencia se centra en la comprensión de las discapacidades y la atención sanitaria, creando una pasión por aprender más y mejorar las disparidades en la atención sanitaria.

Uno de los pasos más importantes para reducir la desigualdad en la atención sanitaria es adoptar una cultura de la diversidad y luchar por la inclusión. Diversidad significa variedad y trabajar para comprender que no hay una experiencia humana dominante, sino muchas variaciones, todas con el mismo valor. Esta perspectiva puede extenderse al desarrollo neurológico, y es la piedra angular de la idea de neurodiversidad, un punto de vista que considera normales las diferencias cerebrales, en lugar de áreas deficitarias.

¿Qué es la neurodiversidad?

La neurodiversidad describe el concepto de que el cerebro de cada persona es diferente, y que estas diferencias no son negativas, sino que de hecho pueden ser beneficiosas. El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo, por lo que el pensamiento único no siempre es realista. La variación neurológica es natural y a menudo puede aportar perspectivas únicas y beneficiosas a la sociedad. La neurodiversidad contrarresta la noción de que existe una forma "normal" de aprender y celebra los múltiples procesos de pensamiento que utilizan las personas neurodiversas, abogando en última instancia por un enfoque más integrador del aprendizaje instructivo y la terapia para individuos neurodiversos.

La neurodiversidad se ha convertido en un tema de moda cuando se trata de variaciones neurológicas, comúnmente denominadas "discapacidades". que incluyen trastornos como el autismo, la dislexia o el TDAH, todos ellos derivados de diferencias neurológicas. Por otro lado, el término "neurotípico" describe a alguien con un desarrollo cerebral típico. La neurodiversidad adopta el punto de vista de que las variaciones forman parte del ser humano, y sostiene que estas diferencias en el desarrollo cerebral no tienen por qué considerarse problemáticas. Esta perspectiva más integradora da prioridad a apoyar a las personas tal y como son, en lugar de empujarlas a funcionar "típicamente".

La elección de palabras es importante

Utilizar la terminología terminología adecuada es el primer paso para aceptar la neurodiversidad. Sustituya palabras como "normal" y "anormal" por "típico" y "atípico". "Normal" y "anormal" son términos subjetivos que pueden resultar ofensivos. Dar valor a "normal" puede hacer que quienes no cumplen estos estándares subjetivos se sientan fuera de lugar. En lugar de "discapacitado", muchos aprecian el término "con capacidades diferentes". Si no estás seguro de qué palabras utilizar, pregúntale a la persona qué prefiere. Elegir bien las palabras cuando se describe a alguien con estas variaciones naturales ayuda a eliminar la idea de que hay algo "malo" en ellos. También hay que tener en cuenta el lenguaje que "identifica" a la persona. Por ejemplo, si a alguien le han diagnosticado autismo, es posible que prefiera que se dirijan a él utilizando un lenguaje que dé prioridad a la persona, como por ejemplo "persona con autismo". o el lenguaje identificativo de ser "autista". En última instancia, es su elección, así que pregunta siempre a la persona con la que hablas cuál es su preferencia.

¿Cómo influye la cultura en la percepción de la neurodiversidad?

Tener en cuenta las palabras utilizadas para describir las experiencias de las personas puede parecer poca cosa, pero en última instancia cambia la forma en que nosotros, como cultura, percibimos la neurodiversidad. Lo siguiente es comprender cómo las normas "típicas" pueden estar influyendo negativamente en los planes de atención a las personas neurodiversas. Algunos instructores y proveedores que atienden a personas con autismo pretenden enseñarles a ser lo más independientes y típicos posible. Aunque es importante seguir ofreciendo los recursos adecuados, también lo es mantener un enfoque de la atención centrado en la persona y adaptar los objetivos terapéuticos al individuo. También hay que reconocer que, aunque una persona no alcance la plena independencia, puede llevar una vida feliz y plena. Al imponer enfoques neurotípicos a personas neurodiversas, corremos el riesgo de dejar daños psicológicos duraderos.

Empresarios y neurodiversidad

La clave para apoyar a las personas neurodiversas en el lugar de trabajo no es intentar cambiarlas, sino proporcionarles adaptaciones que les ayuden a prosperar. Muchos se preocupan por el futuro de una persona neurodiversa. Sin embargo, pensar de forma diferente a los neurotípicos les permite generar nuevas perspectivas e ideas, lo que les convierte en empleados capaces y valiosos. Muchos también tienen credenciales sólidas y empleables, como títulos avanzados y altas calificaciones. Sin embargo el 80% sigue desempleadoya que la mayoría de los empresarios no saben cómo ofrecer los sistemas de apoyo y las adaptaciones que el individuo puede necesitar. Si una empresa quiere aceptar la neurodiversidad de los nuevos empleados y de los ya existentes, es importante realizar ajustes para cada individuo. Estas adaptaciones no tienen por qué ser caras, sólo tienen que ser intencionadas. A menudo, las adaptaciones pueden ser tan sencillas como unos auriculares con cancelación de ruido o más espacio para trabajar, todo lo cual puede suponer una gran diferencia para un empleado neurodiverso.

Supuestos en torno a la inteligencia y la función social

Al igual que ocurre con la afasia, el hecho de que una persona tenga un desarrollo neurológico atípico no significa que carezca de inteligencia. De hecho, a menudo pueden tener capacidades superiores a la media en áreas como las matemáticas o el reconocimiento de patrones. Por desgracia, estos puntos fuertes cognitivos suelen pasarse por alto porque muchas personas neurodiversas también experimentan dificultades sociales. Por ejemplo, muchos asumen que las personas con autismo no pueden empatizar o reconocer emociones, sin embargo, las personas con autismo a menudo muestran conductas de colaboración y apoyo. Además, existen investigación que demuestran que sólo el 50% de los autistas tienen "alexitimia" o la incapacidad de reconocer emociones. Además, las personas con autismo y alexitimia siguen mostrando emociones, sólo que de forma diferente a las personas neurotípicas y menos reconocibles inmediatamente. También es importante tener en cuenta que esta afección es bastante común en muchas otras condiciones psiquiátricas y neurológicas y no es exclusiva de las personas con autismo.

Dislexia es otro tipo de neurodiversidad que afecta a la capacidad de una persona para leer y escribir, y suele ser hereditaria. Una vez más, estas dificultades no son un reflejo de la inteligencia, y con adaptaciones como tipos de letra más grandes y estrategias de aprendizaje especializadas, las dificultades pueden aliviarse. Y aunque una persona con dislexia tenga problemas con la lectura, puede destacar en otras áreas que requieren habilidades visuales. Este mismo tipo de especialización existe también para los neurotípicos. Por ejemplo, a algunas personas se les da mejor leer o escribir, mientras que a otras les gustan las matemáticas y las ciencias. Algunos pueden ser más atléticos, mientras que otros prefieren el arte, todo lo cual es un recordatorio de que la diferenciación neurológica es una parte natural y necesaria de la experiencia humana.

Encontrar el lado positivo

Para muchas personas con trastornos adquiridos, como una lesión cerebral traumática o un accidente cerebrovascular, puede ser difícil encontrar un resquicio de esperanza en su recién descubierta neurodiversidad. Sin embargo, es importante recordar que, incluso después de una lesión cerebral, muchas piezas de su individualidad o de la de su ser querido permanecen intactas. Incluso pueden surgir distintas formas de inteligencia, ya sea una mayor capacidad de razonamiento visual, una inteligencia emocional más amplia o una creatividad y flexibilidad comunicativas recién descubiertas.

Desde el punto de vista cultural, es hora de que pasemos a apreciar y aceptar nuestras diferencias, y de que comprendamos que todos los todos los seres humanos ofrecen perspectivas y experiencias valiosas, no sólo los neurotípicos. Somos mucho más fuertes cuando aceptamos todas las habilidades y talentos únicos que nos ofrecen nuestros semejantes.