Los traumatismos craneoencefálicos en la NFL no son nuevos, pero con el aumento de la atención sobre sus efectos a largo plazo para la salud de los jugadores, la liga ha puesto en marcha un protocolo para abordar el diagnóstico y la gestión de las conmociones cerebrales. Ese protocolo incluye la retirada inmediata del campo con evaluación médica, y no volver a jugar el día del partido si a un jugador se le diagnostica una conmoción cerebral.
Los CDC calculan que cada año se producen entre 1 y 3 millones de conmociones cerebrales deportivas en niños y adultos, tanto en deportes profesionales como recreativos. La conmoción cerebral se define como un tipo de lesión cerebral traumática causada por un golpe en la cabeza que hace que el cerebro se mueva rápidamente de un lado a otro (como una colisión con otro jugador o una pared, una caída o un golpe con una pelota o un disco). Este movimiento brusco dentro de la cabeza puede crear cambios químicos en el cerebro, a veces estirando y dañando las células cerebrales.
Los profesionales médicos suelen describir las conmociones cerebrales como lesiones cerebrales traumáticas "leves" porque no suelen poner en peligro la vida, pero sus efectos en la vida cotidiana pueden ser graves, e incluyen:
¿Tienen el mismo riesgo de sufrir problemas a largo plazo que los diagnosticados de conmoción cerebral? ¿Existe algún modo de diagnosticar una conmoción cerebral que no presente síntomas evidentes? La respuesta a ambas preguntas es "sí", según las últimas investigaciones publicadas.
A pesar de que cada vez se presta más atención a los traumatismos craneoencefálicos en el deporte, las conmociones cerebrales pueden seguir sin diagnosticarse, ya sea por falta de un protocolo médico adecuado en el campo de juego o por la ausencia de síntomas tradicionales experimentados por el jugador. El problema es que estos golpes más pequeños y leves en la cabeza ("lesiones subconcusionales"), aunque inicialmente no se detecten, pueden tener un impacto significativo en el pensamiento, la memoria, las emociones y el comportamiento, y pueden crear daños duraderos si se producen en número suficiente a lo largo del tiempo.
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En el primer estudio, Una firma neural común de lesión cerebral en conmoción cerebral y subconmoción cerebraln publicado en Science Advances, los investigadores querían documentar lo que ocurre en el interior de las cabezas de los futbolistas que chocan repetidamente contra el suelo y entre sí, pero a los que no se ha diagnosticado una conmoción cerebral.
Los investigadores escanearon los cerebros de los jugadores del equipo de fútbol americano de la Universidad de Rochester antes, durante y después de la temporada, y los equiparon con cascos especiales que detectaban los golpes en la cabeza, lo que permitió a los investigadores anotar qué jugadores recibieron golpes en la cabeza que provocaron (o no) síntomas de conmoción cerebral. Tras eliminar del estudio a los jugadores a los que se había diagnosticado una conmoción cerebral, pero manteniendo a los jugadores que se habían golpeado la cabeza con regularidad (sus cascos registraron un sorprendente total de 19.128 impactos), los investigadores observaron una desconcertante diferencia en el mesencéfalo (la parte superior del tronco encefálico) de estos jugadores en los escáneres realizados después de la temporada. "Había una especie de deshilachamiento del tejido; la sustancia blanca de la zona, que es el tejido que conecta las neuronas, estaba ligeramente menos sana ahora", afirma el Dr. Adnan Hiran, uno de los investigadores principales. ¿En resumidas cuentas? Los escáneres y los datos de los cascos sugieren que los impactos de los deportes en la cabeza pueden lesionar el tejido cerebral, se diagnostique o no una conmoción cerebral.
El segundo estudio ofrece esperanzas para detectar conmociones cerebrales en golpes en la cabeza asintomáticos. Un análisis de sangre detecta conmociones cerebrales y lesiones subconmocionales en niños y adultospublicado en BMJ Pediatrics Open, también aborda la cuestión de las personas que sufren traumatismos craneales sin síntomas manifiestos de conmoción cerebral. En este nuevo estudio, los investigadores querían ver si podían identificar un golpe subconcuso mediante un análisis de sangre que detecta dos proteínas que se encuentran en el cerebro: GFAP y UCH-L1. Estas proteínas se consideran biomarcadores que aparecen en la sangre tras una lesión y, si sus niveles son lo suficientemente altos, son un signo de lesión cerebral o conmoción cerebral.
Los investigadores esperan que los buenos resultados de este estudio les acerquen al desarrollo de un análisis de sangre eficaz para identificar lesiones cerebrales, con la idea de que una detección más temprana puede ayudar a prevenir daños mayores y reducir el riesgo de efectos negativos a largo plazo.
Ya sea el Día de la Concienciación sobre las Conmociones Cerebrales o no, es fundamental que padres, amigos, entrenadores, preparadores físicos, médicos y deportistas conozcan los signos y síntomas de una conmoción cerebral y sepan qué hacer en caso de sospecha. Difundir el mensaje de que los síntomas pueden no aparecer hasta días después de un golpe en la cabeza, pueden incluso pasar desapercibidos, o pueden no aparecer en absoluto, puede ayudar a la prevención, detección y atención en el futuro.
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